Tenía ganas de pasar una tarde de buen cine y decidí revisar un clásico de aventuras que tenía bastante olvidado. Se trata de "El Halcón del Mar" (The Sea Hawk, 1940) uno de los múltiples clásicos de aventuras que Michael Curtiz rodó con Errol Flynn. La revisión no me decepcionó en absoluto.
Interpreta Errol Flynn a Geoffrey Thorpe, un intrépido pirata que se dedica a atacar barcos españoles por el bien de Inglaterra ya que, en secreto y con malicia, la corona Española está preparando una enorme flota para atacar a los ingleses (¡ja!)
Además del morboso placer de ver a los españoles ejerciendo de villanos de la historia, la película ofrece numerosos motivos para el disfrute. El carisma de Errol Flyn es uno de ellos. Era un actor con pocos recursos, muy pocos para ser justos, pero en el registro aventurero romántico pocos ha habido como él. El director lo sabe y lo aprovecha ofreciéndole escenas a su medida.
Quiero hacer notar aquí un detalle al que suelo prestar atención en este tipo de películas (y no sólo en ellas) y es la entrada en escena del héroe. En nuestro caso antes de su primera aparición hemos oído hablar de él en un barco español a punto de ser abordado. Nos lo han dibujado como un capitán magnífico, audaz y capaz de hazañas increíbles. Entonces la cámara se sitúa en su propio barco, avanza recorriendo los rostros de sus marineros mientras éstos siguen hablando de su bravo capitán y el espectador arde en deseos de conocer su identidad (que, por otra parte, imagina perfectamente). En ese momento, cuando ya se ha creado el estado de expectación requerido, nos muestran un plano en pose chulesca de Errol Flyn: él es nuestro héroe.
La verdad es que la cinta consigue sumergirnos de lleno en la aventura a través de una dirección artística sobresaliente (los barcos, las galeras, los palacios, los jardines), un vestuario a la altura y una llamativa fotografía, diferente para las escenas europeas (blanco y negro puro) y para las americanas (virado al sepia). Pero por encima de todos ellos destaca la genial banda sonora de Erich Wolfgang Korngold, uno de los mejores compositores de bandas sonoras de la historia (editada en españa por Deutsche Grammophon, con dirección de André Previn) que realiza aquí uno de sus mejores y más recordados trabajos.
La dirección es toda una delicia y nos ofrece planos alucinantes dentro de los barcos, batallas muy realistas y encuadres hermosísimos (hacer clic en la foto adjunta para comprobarlo). Le falta quizás un toque para llegar a la perfección pero estamos sin duda ante una gran película que nos hace sentir como pocas el sabor de la aventura y de un romanticismo inocente al que está bien regresar de vez en cuando.
Valoración final: 9 sobre 10