Star Wars ep. III: La venganza de los Sith

Ya está, ya la he visto. El círculo se ha cerrado. El sábado, en los cines Box Plaza Elíptica de Vigo, vi el capítulo final de la saga más influyente de la historia del cine y la que más ha calado en la memoria cinéfila de la generación que tuvo la suerte de vivir la trilogía original en el cine. No creo que haga falta relatar el tema de la película: la caída al lado oscuro de la fuerza de Anakin Skywalker y su conversión en Darth Vader.

Tengo que hacer una mención especial para el horrendo doblaje con el que nos han castigado los oídos. Doblar las películas es un atentado cultural al que, por desgracia, muchos se han acostumbrado. Pero si encima se hace tan mal como se está haciendo últimamente (el caso de "Closer" es paradigmático) es realmente difícil meterse en la película. A mi cada día me cuesta más. De todas formas ya habrá ocasión de hablar del doblaje. Ahora vamos a la película.

Una vez vista he de decir que mis sentimientos son ambiguos. Es verdad que la película es posiblemente la mejor de la nueva trilogía, es verdad que es más oscura, pero lo que se echa en falta es la magia que hizo tan especial a la anterior trilogía. No solo eran buenas películas (dos de ellas obras maestras), además tenían algo especial.

Uno de lo grandes fallos está en el guión. De hecho es uno de los fallos de la nueva trilogía. Resulta llamativo que el guión de El imperio contraataca (sin duda la mejor de la serie) haya sido fruto de la colaboración de Lucas con Leigh Brackett (guionista de El sueño eterno, Rio Bravo, Hatari! o El Dorado y brillante autor de ciencia ficción) y Lawrence Kasdan (que también ayudó a escribir El retorno del Jedi y, además de reputado director, guionista de En busca del arca perdida). En la nueva trilogía Lucas no ha querido ayudas (salvo en el episodio II) y así le ha salido. Los diálogos son francamente malos, en algún momento ridículos y hay situaciones mal resueltas. En especial es llamativo que el momento cumbre de la conversión en Darth Vader resulte tan poco convincente. Tanto esperar y al final la caída al lado oscuro parece fruto de un calentón, de un mal momento.

Hasta ese momento han pasado una hora y cuarto de diversas peleas más bien insípidas (eso sí, con unos efectos especiales ciertamente impresionantes) y algún momento bueno. En especial una escena, magníficamente subrayada por la música de John Williams (otro día hablaré de él), en la que Anakin y Padmé piensan el uno en el otro en la distancia y que consigue crear una atmósfera perfecta de incertidumbre y lucha interior. Sus dudas, sus miedos, sus esperanzas, todo está en esas dos miradas que se buscan en la distancia.

Tras la caída en el lado oscuro nos queda una hora de película que es lo mejor de la trilogía moderna. Una espiral de destrucción y violencia que dejará encantados a los fans que era eso exactamente lo que esperaban. Hay momentos ciertamente tremendos en esa hora final aunque yo me siento algo decepcionado por el último duelo. Lucas cae en el error, tan frecuente en el cine moderno, de confundir espectacularidad y aparatosidad. Los duelos a espada de la trilogía original eran espectaculares por varios motivos, uno de ellos era que estabas toda la película esperando ese momento, el enfrentamiento definitivo entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad. Ahora hay muchos duelos en cada película y todos pretenden ser igual de espectaculares de tal manera que cuando llega el definitivo ya no sorprende, no emociona, es igual que los demás. ¿Qué interés puede tener ver las volteretas de un jedi cuando has visto decenas de ellas durante la película? Esa falta de contención es uno de los males del cine moderno y Lucas, desgraciadamente, cae en ella.

En fin, podría hablar durante mucho tiempo de diferentes aspectos de la película, como la solución de varios de los problemas de continuidad entre una saga y otra, pero como supongo que hablaré más veces de ella en los próximos días lo dejo aquí. Como resumen final comentar que la película es muy entretenida como se esperaba y tiene grandes momentos frente a otros realmente flojos. Como los buenos momentos se concentran casi todos hacia el final de la película mi puntuación final es de un 7 sobre 10.