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26 agosto 2005

Cerdos, diamantes y videoclips.

snatchDesde hace bastante tiempo mi buen amigo Jerome me insistía para que viese Snatch, cerdos y diamantes (Snatch, 2000) de Guy Ritchie. Lo cierto es que en su día se me pasó en el cine aunque estuve a punto de ir a verla varias veces. Cree Jerome, y lo usa para burlarse afectuosamente de mi, que "este tipo de pelis" no me gustan y que yo soy más de cine clásico, lo cual es falso. Lo que pasa es que se tiende a comparar cualquier película de la actualidad con las obras maestras del pasado y eso no es justo. Hay clásicos mediocres y modernas obras maestras. Eso sí, entre estas últimas no se encuentra Snatch (ni creo que lo intente).

En la película se nos cuenta la historia de Franky Cuatro Dedos (Benicio Del Toro) que se dirige a Nueva York para entregarle a su jefe un enorme diamante que ha robado. Al hacer escala en Londres decide apostar en un combate ilegal de boxeo sin saber que el promotor le ha vendido y que piensan atracarle.

Lo cierto es que la película es entretenida y tiene varios momentos muy divertidos gracias a la peculiar forma que tiene Ritchie de rodar y, sobre todo, montar la película con un estilo algo videoclipero pero nada molesto. El humor es irreverente y la violencia se muestra bajo un prisma humorístico que, unido a algún salto temporal que otro, recordará a muchos el estilo Tarantino.

Los actores (Jason Statham, Brad Pitt, Vinnie Jones y Alan Ford entre otros) están muy bien y resultan muy creíbles dentro de sus respectivos papeles ayudando con sus ajustadas interpretaciones a que la película proporcione un agradable visionado. Los mafiosos quedan retratados como unos auténticos memos capaces de los mayores y más estúpidos errores, en general debidos a que, para el trabajo sucio, tienen que contar con gente capaz de hacer cualquier cosa por dinero pero de dudosa capacidad intelectual.

El problema que yo tengo con esta película es que me deja frío. No me llega al alma ni hay ninguna escena que me haya dejado impactado y que vaya a recordar pasados los años. Es decir, paso un rato divertido pero después la olvido con mucha facilidad. Pero, como ya dije, no creo que la intención del director fuese otra.

Valoración final: 6,5 sobre 10.