Dibujos al rescate de Bill Murray.
Hay películas que, aún con los elementos suficientes para convertirse en éxitos, pasan desapercibidas para el gran público. Varios pueden ser los motivos para que esto suceda pero uno de los más comunes es la falta de definición del proyecto; lo que comunmente se llama quedarse en tierra de nadie. Eso es lo que le sucedió a Osmosis Jones, dirigida por los hermanos Peter y Bobby Farrelly (Algo Pasa con Mary, Yo, Yo Mismo e Irene), interpretada por Bill Murray y con las voces de Chris Rock, Laurence Fishburne, David Hyde Pierce y William Shatner.
Tenía todos los elementos para ser un éxito pero estamos en pleno fervor por la animación 3D, gracias a bombazos de taquilla como Toy Story o Monsters, por lo que los proyectos de animación tradicional no reciben gran atención del público ni de los medios de comunicación. Por ello lo cierto es que alrededor de esta película no se había creado el suficiente estado de espectación como para convertirla en un éxito. Ayudó, además, el hecho de que la película, sin ser mala, no es nada del otro mundo.
El guión nos cuenta la historia de lo que pasa en el interior del cuerpo de Frank (Murray), un trabajador del zoológico que se alimenta muy mal y que se verá infectado por comer un huevo que se le ha caído al pelearse por él con un mono (el tema asusta, ¿verdad?). A partir de ahí veremos lo que sucede en el interior de su cuerpo con animación y lo que le sucede por fuera con imagen real.
La idea, sin ser novedosa (Érase una vez la vida es un claro antecedente) resulta atractiva y sin duda el punto fuerte del film es el retrato del interior del cuerpo humano como si de una gran metrópoli (Ciudad de Frank) se tratase, con sus policías, ladrones, drogas, trabajadores, políticos y el cerebro dominado por un alcalde corrupto. Pero la película se pierde porque hay un enorme desequilibrio entre lo que se cuenta con imágenes reales y lo que se cuenta mediante animación. Lo que le sucede a Bill Murray (su actuación es lamentable) no nos llega a interesar en ningún momento y cada vez que aparece estamos deseando perderle de vista y volver a la acción en el interior de su cuerpo. Ahí sí suceden cosas interesantes y asistimos a una historia policíaca, en el más puro estilo de los buddy film, en la que seguimos la investigación de un glóbulo rojo (Rock) y una pastilla contra el resfriado (Pierce) para averiguar qué es lo que está causando problemas de salud a Frank (Murray). Esta historia es entretenida y tiene su gracia porque vemos todos los tópicos del cine policíaco trasladados al interior del cuerpo humano.
Como apunte final tengo que decir que las escenas de animación han sido dirigidas por Piet Kroon y Tom Sito. Teniendo en cuenta que el 80% de la película son escenas de animación tengo serias dudas sobre si tiene sentido atribuir la autoría de la película a los hermanos Farrelly como se ha hecho en todos los medios de comunicación y en los propios créditos de la película.
En definitiva una película entretenida sin más, algo descompensada pero que hará pasar un rato agradable a los que se decidan a verla.
Valoración final: 5 sobre 10.
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