300

Pensando en cómo celebrar que este es el post número 300 de Moonfleet, cifra que al comenzar el blog me hubiese parecido una locura, se me ocurrió que nada encajaría mejor que hablar de uno de mis comics favoritos de los últimos años: 300 de Frank Miller (guión y dibujo) y Lynn Varley (color). En él se narra la batalla de las Termópilas en que que 300 valerosos espartanos, con el fin de defender su país y bajo el mando de Leónidas, hicieron frente a un numerosísimo ejército persa liderado por el rey Jerjes.

Originalmente en los USA fue una serie limitada de cinco episodios publicada en el año 1998 en el que cada ilustración ocupaba dos páginas del cómic (ver imagen de la derecha). Un año más tarde se reunieron los cinco números en una única novela gráfica, editada en España por Norma Editorial y que apareció en "formato panorámico" debido precisamente a que cada viñeta ocupaba el doble de lo normal.

Como curiosidad cinéfila hay que decir que, parece ser, Miller se inspiró para la historia en la película de The 300 Spartans (1962) de Rudolph Maté, película que vió siendo niño y que le debió de impactar. No la he visto aunque está editada en España en dvd con el título de "El León de Esparta" y bastante baratilla, todo hay que decirlo.

Es posible que el motivo por el que este cómic me guste tanto, sin ser mi favorito de Miller, es por su alejamiento de la famosa Sin City que, francamente, me tiene ya algo cansado. Uno de los elementos novedosos es la utilización del color, un poco abandonado por Miller desde que comenzara a crear su serie sobre la ciudad del pecado. Como en anteriores trabajos se encarga de dicha labor su mujer en la vida real, Lynn Varley, consiguiendo un conjunto bastante poderoso visualmente.

Todas las constantes de las historias de Frank Miller están presentes en este comic: los personajes son durísimos y no demuestran sus sentimientos, la violencia es muy explícita, frecuentes monólogos interiores... A lo largo de la lectura, asistiremos al proceso por el que se forjan las leyendas de héroes como Leónidas, el rey de los espartanos, capaz de mirar cara a cara a la muerte sin inmutarse, de despedirse (quizás para siempre) de la mujer a la que ama sin decir ni una palabra (a veces no hay palabras que valgan), de ser duro, justo y respetuoso a la vez con los hombres bajo su mando y, en definitiva, de encarnar el concepto de héroe con el que se identifica plenamente Frank Miller.

El comic obtuvo en 1999 los premios Eisner a la Mejor Serie Limitada y Mejor Color, así como el de Mejor Autor Completo (Writer/Artist) para Frank Miller.