Dr. Cyclops: la importancia del tamaño

Una de las curiosas características de los cinéfilos es que solemos tener una inmensa lista, no escrita, de películas de la historia del cine que deseamos ver y que se nos van escapando año tras año sin que sepamos bien la causa. Una de mis cuentas pendientes era Dr. Cyclops de Ernest B. Schoedsack y por fin la he saldado.

El Dr. Cyclops es el apodo del Dr. Thorkel (Albert Dekker), brillante científico que descubre en unas minas de Radio en Perú una manera de reducir seres vivos hasta convertirlos en miniaturas. Eso es lo que hará con varios de sus colaboradores, que tendrán que luchar por sobrevivir en un mundo que ahora les resulta enorme.

En una historia de estas características es obligatorio hacer una referencia a los efectos especiales y comentar que, pese a los años transcurridos, siguen siendo creíbles. Esto, unido al magnífico technicolor con el que está fotografiada la película, nos da una idea de lo impresionante que debió de resultar en el año del estreno.

Recordemos que Ernest B. Schoedsack fue el co-director de King Kong, película con la que ésta guarda alguna similitud. Hay escenas en las que es imposible no acordarse de la película sobre el gran gorila pero mientras que King Kong es una joya inconmensurable de la historia del cine, Dr. Cyclops es "tan solo" una buena película fantástica.

Y es dentro del género fantástico donde radica su importancia ya que podemos ver en ella algunos elementos más o menos novedosos y que crearían escuela: la conversión de los protagonistas en seres diminutos les enfrenta a un mundo cotidiano que ahora es amenazador e incluso mortal. Resulta ejemplar al respecto los problemas que les causa un gato antes inofensivo (volveríamos a ver una escena similar años después en la superior El Increible Hombre Menguante).

Para todos aquellos no muy acostumbrados a ver cine clásico de género fantástico hay que avisarles de que preparen sus niveles de inocencia y credulidad porque, no haría falta decirlo, la historia es absolutamente inverosímil y los personajes pecan de una inocencia y una candidez impensables en el implacable mundo moderno. Pese a ello hay en la película algunos momentos de una sorprendente dureza y crueldad, difícil de ver en el cine actual.

Todo ello, unido al buen ritmo y a su corta duración (apenas 76 minutos), hace de esta película el clásico que es hoy en día.

Valoración final: 7 sobre 10.

Otros enlaces de interés:

• King Kong en la Wikipedia (en inglés, en español)
• Technicolor en la Wikipedia (en inglés)