"La niebla" de John Carpenter

Hacía tiempo que tenía curiosidad por volver a ver esta película, que me había encantado hace muchos años, para comprobar qué tal había resistido el paso del tiempo (me refiero a mi, no a la película). He de decir que, aunque me ha gustado algo menos que entonces, La Niebla (The Fog, 1980) de John Carpenter me sigue pareciendo una maja película.

Nos cuenta el guión que al acercarse el centenario de la fundación de Antonio Bay una vieja maldición se cierne sobre sus habitantes. La niebla se acerca, acabando con todo lo que encuentra a su paso...

John Carpenter se hizo famoso como director de películas de serie B de acción y terror. Una fama merecida porque, basándose en su cinefilia y en una cuidadosa y sobria puesta en escena, consiguió mantener pegados a su butaca a muchos espectadores. Suyas son películas míticas como Asalto en la Comisaría del Distrito 13, Halloween, 1997: Rescate en Nueva York o La Cosa.

Para la película que nos ocupa contó con un presupuesto de un millón de dólares (recaudó 21), ridículo incluso para la época en la que fue rodada. Lejos de ser un inconveniente, el ajustado presupuesto le servía a Carpenter para sacar lo mejor de sí mismo, obligándole a planear mucho más la puesta en escena. Es sorprendente cómo con un poco de niebla, unos efectos de luz y unos trajes andrajosos se puede crear una atmósfera como la que se alcanza en algunas escenas que, sin ser el súmmum, está ciertamente conseguida.

Las interpretaciones de Adrienne Barbeau, Jamie Lee Curtis, Janet Leigh, Hal Holbrook son las adecuadas para una película de estas características sin que vaya a pasar a la historia ninguno de ellos. Curiosamente en los tres minutos que aparece John Houseman les da una lección a todos y mete miedo tan solo con su voz (en versión original, claro).

En el lado negativo diría que le falta algo de ritmo para llegar a ser una magnífica película aunque no llega a ser un gran problema debido a su corta duración (87 minutos). Además algunas situaciones, propias del cine de terror serie B, son algo simplonas (personajes que no corren cuando tienen que correr o que al abrir una puerta y no ver a nadie se giran de espaldas diciendo "¡no hay nadie!" con las evidentes consecuencias). Pero todo se le perdona por el hecho de hacernos pasar un rato entretenidos. A fin de cuentas se trata de eso, ¿no?

Valoración final: 6,5 sobre 10.