"Plan Oculto" de Spike Lee

Cada día estoy más convencido de que lo mejor para que un proyecto cinematográfico llegue a buen puerto (artísticamente, se entiende) es asignárselo a un director solvente, sin importar que su carrera no parezca adecuarse al género del proyecto. El hecho de que alguien en principio tan alejado del thriller de acción como Spike Lee sea capaz de dirigir una película tan buena como "Plan Oculto" (Inside Man) no hace sino demostrarlo.

La cinta nos muestra el enfrentamiento entre un duro policía (Denzel Washington) y un ladrón (Clive Owen) que se ha hecho fuerte en el interior de un importante banco tomando a los clientes como rehenes. En medio del duelo de ingenios aparecerán las figuras del dueño del banco (Christopher Plummer) y una mujer especialista en "solucionar problemas" a sus poderosos clientes (Jodie Foster).

Un thriller de acción no tiene sentido sin el ritmo adecuado y esa es una prueba de fuego que "Plan Oculto" supera en tan solo unos pocos minutos al ser capaz de plantear todos los conflictos de los personajes y explicar la situación con tan sólo unas pinceladas y un par de diálogos bien escritos. El resto de la película no desmerece en absoluto este ritmo inicial.

Por otro lado, Spike Lee demuestra ser capaz de mantener su personalidad por encima del género al introducir muy inteligente y sutilmente en la acción detalles de denuncia social relacionados con su tema favorito: el racismo. De hecho en algunos momentos me ha llegado a recordar incluso a "Crash" aunque se trate, evidentemente, de películas muy diferentes.

Con un reparto de esta categoría casi sobra decir que los actores están estupendos y que es una gozada ver trabajar a veteranos ilustres como Christopher Plummer, que parece estar viviendo una madurez dorada en los últimos años con participaciones más o menos importantes en películas como "El Dilema", "Una Mente Maravillosa", "Syriana" o la propia "Plan Oculto". Comparte, además, pantalla con gente tan competente como Denzel Washington o Jodie Foster, ambos derrochando carisma en cada plano. Un carisma que se ve, si cabe, sobrepasado por el de Clive Owen en un papel realmente estupendo y rebosante de magnetismo. Ver los diferentes enfrentamientos entre dichos personajes es uno de los grandes placeres de la función.

En definitiva un estupendo thriller de acción que sabe dosificar las escenas moviditas con las más intimistas, entretiene muchísimo durante las dos horas diez que dura y que está muy bien finalizado (cosa que no era fácil). No todas las películas de acción (y las que no lo son) pueden decir lo mismo.

Valoración final: 8,5 sobre 10


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